Leoncio y Leo Villoro son padre e hijo y son los responsables de Luminosos Villoro, taller artesanal de fabricación de neones fundado en 1970 en el barrio de La Verneda de Barcelona.
Han pasado de resolver cuestiones funcionales en espacios comerciales a diseñar estructuras que forman parte de interiorismos donde la estética toma mucha importancia.
Artesanía, dedicación y delicadeza en un proceso lleno de luz y color.
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¿Cómo se aprende un oficio como el de fabricación artesanal de neón?
En el caso de este oficio no existen ni escuelas ni formaciones, aunque quizá eso cambie porque he visto que en alguna universidad de Bellas Artes de EE. UU. están poniendo el trabajo del neón como asignatura…
Aquí se aprende en el mismo sector, es decir, haciendo prácticas en un taller. Pero como los “neoneros” no queremos competencia (jajaja), normalmente se aprende de padre a hijo. Por eso mismo somos tan pocos en saber hacer neón. Requiere mucho tiempo, paciencia, algún que otra quemazón y ¡mucho vidrio roto!
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¿Ha cambiado mucho el proceso de conceptualización y diseño de las piezas, desde vuestros inicios en 1970 hasta ahora?
Nada, es un proceso totalmente artesanal. No hay manera de cambiar el proceso de fabricación del neón. Es vidrio, gas, fuego y aire. Eso es inamovible.
Lo que ha ido evolucionando su uso. Antes estaba asociado a todo tipo de negocios, después hubo un tiempo en el que era exclusivo de locales de ocio (bares, discos, puticlubs…). Con la crisis del 2008 quedó unos años apartados porque la gente iba a lo barato (el led) hasta que se dio cuenta de que no funcionaba.
Ahora estamos de nuevo en una época dorada del neón, en el que sirve para rotular, decorar, pero también es parte de procesos artísticos.
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¿A qué creéis que se debe el resurgimiento del neón en la actualidad?
Se valora la calidad y lo duradero, también los procesos artesanales. Todo eso es propio del neón, por lo que funciona y seduce quien valora estos criterios. También tiene que ver con la moda de la estética 70-80.
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¿En qué estáis trabajando ahora mismo?
Con mucha ilusión estamos en muchas reaperturas.
Saldremos de estos tiempos de crisis, porque todo está por reconstruir. Tenemos sobre la mesa muchos neones comerciales de nuevos restaurantes, bares, centros de ocio, tiendas…
Y en paralelo, trabajamos con artistas, para integrar el neón a sus creaciones e ideas, y con decoradores para integrar piezas luminosas o solamente decorativas.
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¿Qué planes de futuro tenéis?
Seguir haciendo este oficio, que nos gusta tanto, y que aporta luz allá donde se instala : )
