Jose Toro es profesor de arte y fotógrafo. Ha creado una gran colección, que sigue creciendo, capturando pequeñas historias de caminantes por las calles de Sevilla y cada vez más ciudades españolas. Un encuadre, cada vez más característico, un juego de colores especial y momentos cruciales entre espacio y personas le están dotando de una identidad propia. Lo bonito de la cotidianidad, rutina y personas que avanzan para ir de un lado a otro.
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¿Cómo empiezas a sacar fotos de personas andando por la calle? ¿Qué te lleva a ello?
En 2010 me dedicaba a una fotografía técnicamente muy elaborada en la que todo tenía que tener una justificación, y me agoté.
Decidí salir a la calle y fotografiar con la máxima simpleza, sin un plan. Salir y capturar lo que me encuentro, disfrutando de la caminada. Y a medida que iba pasando el tiempo e iba revisando las imágenes, descubrí que era recurrente la figura de personajes solitarios paseando, como yo. Aquello me cautivó y me inspiró para ir definiendo unos marcos en los que cuadrar a estos paseantes, y así hasta hoy.
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Tiendes a buscar la participación de muchas personas en tus proyectos. Lo hiciste en la exposición “Paseantes”, recopilando vídeos de distintas partes del mundo, y ahora lo estás haciendo también en el proyecto “josetoro.1000”. ¿Qué te parece interesante, de ello?
Esto viene como consecuencia de la proyección de mi trabajo en las redes sociales.
Para Paseantes hicimos un vídeo con más de 400 participaciones de toda partes del mundo, y cubrimos una de las paredes con más de 1000 imágenes que igualmente eran de participantes de todos los rincones del planeta. Es abrumador y muy potente ver un imaginario común, paseantes, de personas tan dispares y en contextos tan diferentes.
Ahora llevo un tiempo retratando, en encuentros breves, a personas que contactan conmigo a través de la cuenta @josetoro.1000. La meta es llegar a hacer 1000 retratos.
Todo va ligado a Instagram. En un momento empecé a usar el hashtag #josetorowalkers, y usuarios desconocidos pasaron a mandarme fotos de paseantes de allá donde estuvieran. Actualmente, hay unas 57.000 imágenes y videos.
Yo soy bastante solitario, deambulo durante horas sin ningún rumbo, hay días en que paseo con la cámara en mano y termino el viaje sin hacer ni una foto.
La posibilidad de hacer algo en común con personas de cualquier parte del mundo me sorprende y fascina, se mueve mucha energía con estas colaboraciones no preconcebidas, ideas que se ramifican y crecen. Es una pena que ese empuje que tenía Instagram se haya ido perdiendo con el tiempo, ahora esta red es un no se sabe qué y complica estas colaboraciones.
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¿En qué estás metido, ahora mismo?
Sigo haciendo lo mismo: salir a pasear con la cámara y fotografiar lo que la calle me ofrece. Salvo el proyecto de los mil retratos, no planifico nada ni me gusta trabajar por proyectos cerrados.
4/ ¿Qué planes de futuro tienes?
No tengo ningún plan. Reconozco que a menudo me pregunto hasta cuándo voy a seguir con los paseantes. Nunca lo he visto como un proyecto con una meta, me gusta que forme parte de mi vida, pero es posible que evolucione en otra dirección, o no, ya veremos.