Violeta Gladstone es diseñadora y creadora de un estudio que cruza lo floral con el diseño, la escultura, el espacio y la fotografía.
De naturaleza nómada e inquieta, ha vivido en California, Getxo, Barcelona, Ibiza, Extremadura y Londres. “Un hartazgo real con la profesión que llevaba años desempeñando” le impulsó a dedicarse al diseño floral.
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Te dedicaste muchos años al diseño gráfico. ¿Qué pasó?
Empezamos fuerte con la entrevista pero supongo que aprender a saber lo que NO quieres hace que llegues antes a lo que sí quieres.
Estudié en Eina y fueron unos buenos años de exploración y aprendizaje, plenamente sumida en los proyectos y en el mundo de las ideas. Mientras estudiaba y durante casi 15 años trabajé para diferentes estudios o de freelance, pero con el tiempo notaba que cada vez me interesaba menos y me aburría enormemente.
No me sentía bien haciendo algo que no me hacía feliz
En un momento dado y aprovechando circunstancias personales comencé a trastear con flores y dejé de batallar con el diseño gráfico. No me sentía bien haciendo algo que no me hacía feliz y habiendo tan buenos profesionales en el mundo, decidí dedicarme a otra cosa.
Básicamente, para mí, el diseño gráfico me resultaba muy limitante para todo lo que quería expresar y necesitaba explorar nuevos medios.
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Cuando pensamos en arte floral el tópico nos lanza a imaginarnos señoras de cierta edad creando centros de mesa. Pero tu visión del arte floral es singular ¿Es por tu formación es en diseño, o no tiene nada que ver?
Es cierto que esa es la primera imagen que nos viene a todos a la cabeza pero desde hace unos años esto ya está cambiando. Que las flores son bellas es una obviedad y que tienen muchos significados también, esto me permite poder contar muchas cosas con las flores y cambiar significados a mi antojo.
Cuando voy hasta arriba de curro o cuando llevo un tiempo sin hacerlo, crear me ayuda a centrarme y a disfrutar de las flores y no olvidarme de porqué hice este cambio de profesión y estoy dónde quiero estar.
Creo que mi formación en diseño gráfico influencia totalmente mi trabajo floral ya que me permite mirar más allá y crear desde un lugar que da importancia al color y las formas. Las flores y plantas son una enorme fuente de inspiración constante, al igual que la música o el arte. Poder mezclar todos esos conocimientos con las flores como medio es un lujo.
© Violeta Gladstone 
© Violeta Gladstone 
© Violeta Gladstone 
© Violeta Gladstone 
© Violeta Gladstone 
© Violeta Gladstone
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¿Qué tiene el ámbito floral que te haya lanzado a dedicarte a ello?
El ámbito floral tiene principalmente flores y es la única razón por la que me lancé a ello. Aún queda mucho camino por recorrer para crear una cultura floral alejada del tópico que acarreamos desde hace años, no es un sector en el que se gane bien, ni en el que se dé valor al diseñador, ni en el que haya calidad laboral… Pero, son las flores y plantas las que a mí me llaman. Tantos años en este mundo me han hecho conocerme bien y supongo que son los retos los que me ponen.
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¿En qué estás trabajando ahora mismo?
Ahora mismo estoy trabajando como estilista floral, acercando el mundo de las flores a ámbitos como el arte, moda, editoriales o publicidad. Las flores han sido muy utilizadas en estos ámbitos pero es muy reciente y aún poco utilizada la figura del estilista floral.
Mi trabajo es bastante complejo porque las flores son elementos vivos y hay que conocer bien sus cualidades y potencial, cómo responden en un set o cómo acertar con el color según como vayan a ser editadas las fotos, también tengo que tener en cuenta sus significados y sobretodo respetar sus tiempos de apertura y su durabilidad. Esto es algo que únicamente los estilistas florales podemos saber y marca una gran diferencia en los resultados finales.
A nivel personal, cada semana intento crear, sin ningún propósito en concreto. Cuando voy hasta arriba de curro o cuando llevo un tiempo sin hacerlo, crear me ayuda a centrarme y a disfrutar de las flores y no olvidarme de porqué hice este cambio de profesión y estoy dónde quiero estar. Paralelamente llevo tiempo desarrollando un proyecto personal sobre enfermedades neurológicas y la muerte. Es algo que me toca muy de cerca y a veces es doloroso, por lo que voy muy poco a poco.
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¿Qué te depara el futuro?
¡Buena pregunta para el 2020! No tengo ni idea de que me depara el futuro, ni pajolera idea. Ahora bien, sí que sé lo que me gustaría que me deparase y no es muy complejo. Me gustaría tener un estudio enorme en mitad de la nada y crear lo que me apetezca y cuando me apetezca. Vivir rodeada de naturaleza y con mi familia y gente querida cerquita.