En este blog a menudo hablamos de cómo la parte de producción puede favorecer la potencia del concepto que queremos comunicar, ya sea mediante un troquel, la elección del soporte o de la tinta, entre otros.
En este caso elegimos tres ejemplos de packaging, concretamente de etiquetas de botella, que varían según el entorno o la interacción de la persona usuaria.
Turmeon Vermouth – Activa Design
Mediante una imagen lenticular, la persona que tiene la botella de este vermut entre sus manos puede generar una animación con el sencillo gesto de girar su etiqueta.
En cuanto a producción, es un efecto que se puede crear de una manera bastante sencilla. No se necesitan unos materiales especialmente complejos de imprimir, sino que “solamente” hay que preparar bien la imagen a “animar”.
Una idea bonita y bastante sencilla de producir.
De bandera – La Fonda Gràfica
“De bandera” es un vino artesanal que puede llevar un debate nacionalista intenso a la mesa. Mediante un sencillo troquel en una etiqueta impresa a una sola tinta, los y las comensales pueden escoger qué bandera quieren que quede en la botella: la catalana o la española.
Este diseño es de 2012, pero seguro que su punto álgido de interacción ha sido durante el complejo proceso político de unos años más tarde en Cataluña.
De nuevo, ideas sencillas que cuentan historias e invitan a interactuar con ellas.
© La Fonda Gràfica 
© La Fonda Gràfica
Mikkeller – Pernicals Bedow
¿Y si la cerveza te avisa cuando está suficientemente fría para disfrutarla al máximo? Es el caso de esta etiqueta impresa con una tinta termocromática que, a medida que va bajando de temperatura, deja ver unas líneas que transforman el icono de un sol (calor) a uno de un copo de nieve (frío).
En este caso, la tinta, sensible a la temperatura, es la base del concepto del diseño y, al mismo tiempo, la que aporta un punto de valor práctico a la etiqueta.
Elegir adecuadamente la tinta o el material a utilizar es un punto de inflexión (en este caso, el punto de inflexión) en el proceso de diseño.
